sábado, 3 de noviembre de 2012

Soraya Lara

A todo el mundo le gusta hablar mal de la gente. No de todos, claro, pero de un grupo selecto que se ganó nuestro odio, nuestra desaprobación, o simplemente, nuestras ganas de meterle un pepazo en la cara. Y muchas veces declaramos a los cuatro vientos, sea por error o por borrachera, nuestra intolerancia hacia esa persona. ¿Qué pasa cuando se lo declaramos a algún amigo o pariente de esa persona? ¡Maldita sea!
Hoy me acordé de un eventico que me pasó ya hace mucho.


Situación: Fiesta/reunión, mucho alcohol, mucha gente, mucha música, muchos pendejos dando vueltas, Free güevoná... 


Daba vueltas por todo el lugar con mi vasito de Glacial, charlando con mis panas, con algún que otro conocido, con un par de amigas, hasta acá todo fino. En eso, me cruzo con un carajo que está cursando el 1er semestre de Com. Social allá mismo en la UBA donde yo también estudio. Me preguntó qué tal eran los  profesores de Lenguaje II de 2do semestre y vaina.


Mientras le contaba, yo, bien sutil como siempre, le digo: "Mira que hay una profesora que es bien maldita, una coño de su madre. No explica bien y es una balurda.. No es que sea la peor profesora de la UBA pero se merece que la boten o se muera... Se llama Soraya Lara"


Aclaro que el "Se merece que la boten o se muera", fue efecto del alcohol... Sigo. 


A lo que el chamo me mira y me dice: "Marico, Soraya Lara es mi tía" 


¡No sabía dónde meterme! Ahora me importa tres carajos, pero en el momento quería que me cayera un meteorito en la cabeza y no dejara rastros de mi persona...


Ahora que reflexiono... ¿El chamo este es imbécil o que?

¿Para que mierda me pregunta eso?
Osea, webón. Mete la materia con tu tía y borralo.

Pajuo.